El pasado domingo 19 de marzo en la Sala Tokatu tuvo lugar en Bellavista posiblemente uno de los actos más multitudinarios y emotivos que se hayan podido ver en el barrio.
No es fácil reunir a treinta artistas, músicos en su mayoría, aglutinar a siete grupos, todos de Bellavista para realizar un evento de altísimo calibre humano, pero sobre todo de confraternidad para enaltecer la memoria de José Manuel Roca Ruiz, regente del famoso establecimiento MAFRILOR.
José es el socio número cero de la Asociación Cultura y Música Bellavista, uno de los socios fundadores y precursor de su creación. También gestor incansable del Concurso Festival Rock Bellavista. Pero sobre todo era un artista y un melómano difícil de mejorar. Es por ello que su familia y amigos no teníamos más remedio que reunirnos para crear lo que no le dio tiempo a hacer, lo que la maldita pandemia le quitó: hacer un festival de conciertos aunando a lo más granado del barrio de Bellavista.
Él estaba moviendo los hilos desde su balcón con su habitual sonrisa, despejando nubes y espolvoreando su característica amabilidad y su cordialidad. Como si estuviéramos en su casa, el domingo creó ese ambiente que le definía, aglutinador de artistas, amigos y familia.
Pudimos disfrutar de Rock, Pop, Fusión, Copla, Flamenco y Baile en extraordinaria sintonía y en horario impoluto. Él estaba, como siempre lo hacía, en las finales del Rock Bellavista, midiendo el tiempo con su reloj y atento a que nada fallara.
Sin duda, y por ello merece su puntualización, sin denostar al resto de artistas, el momento álgido fue cuando Lorena, su hija, tomó el micrófono para junto a una sola guitarra entonar de manera sublime una canción que no podía hacer otra cosa que hacernos saltar los lagrimales. Puedo asegurar que era de lo que más deseaba en su vida, ver en un escenario a su pupila. Y su madre y hermano junto a ella, el momento quedará para el recuerdo en nuestras mentes y corazones.
No vamos a nombrar a nadie, no vamos a poner nombre a los asistentes ni a los organizadores, seguro que faltaríamos a la verdad al olvidarnos de alguien, pero sobre todo porque no era el día de nadie, ni se trataba de demostrar nada, solo era el día de José Manuel, el día en que desde el cerro de Bellavista se divisaba Triana, avistando su casa natal desde las alturas.
Por favor José Manuel sigue cuidándonos. Gracias Compañero
